VALLE DE COLCHAGUA

Con una geografía que comienza a los pies de la Cordillera de los Andes y termina en el Océano Pacífico, el Valle de Colchagua se ubica a lo ancho de Chile creando una diversidad geográfica y climática única. En la actualidad es considerada una de las zonas vitivinícolas más destacadas de Chile.

Dentro del valle

Se distinguen tres sectores de plantación. Las tierras planas, de origen volcánico, especialmente aptas para el cultivo del Merlot y Malbec. Luego vienen los suelos con alguna pendiente, mezcla de arcillas y piedras, aptas para el cultivo de Carménère, Cabernet Franc y Petit Verdot y por último los terrenos elevados, de composición granítica, que permiten cultivar Syrah y Pinot Noir.

Pero Colchagua sigue buscando nuevos terroirs.

Hacia la costa, por ejemplo, está Paredones, desde donde vienen algunos frescos Sauvignon Blanc o ya en zonas cordilleranas, como Sierras de Bellavista a 1.100 metros de altitud y un notable experimento con Riesling.

VALLE DE CURICÓ

A unos 220 km de Santiago de Chile se encuentra el Valle de Curicó.
En esta zona, los viñedos se extienden desde la pre cordillera de Los Andes, pasando por el Valle Central hasta llegar a la Cordillera de la Costa. Esto permite tener viñedos con suelos y clima diversos y privilegiados; así la obtención de una mayor variedad de cepas tintas y blancas.

Condiciones climáticas

El clima mediterráneo de días calurosos con una radiación solar adecuada y también noches frías proporciona la amplitud térmica necesaria para la obtención de uvas de calidad.

Sobre los suelos

En el Valle de Curicó existe una amplia diversidad de suelos de orígenes volcánicos y aluviales, con texturas arcillosas, lo que también permite elegir la condición de suelo más apropiada para cada variedad y con ello expresar su máximo potencial.

BODEGA

Viña Marchigue cuenta con una bodega ubicada en el Fundo Tierruca, en la comuna de Marchigue. Tiene una capacidad de 34.000.000 litros, una planta de envasado de la más alta tecnología y viñedos que expresan la más pura identidad de cada cepa, transformándose sin duda alguna en un actor preponderante de la industria vitivinícola de nuestro país.
Cuenta con una sala de 1.000 barricas, 80% de roble francés y 20% de roble americano, dando como resultado vinos excepcionales en un período entre 18 y 24 meses.